9 de Agosto de 2007
Takeshis, el desconcierto
Llevo varias semanas intentando escribir algo sobre la última película del director japonés Takeshi Kitano, precisamente titulada Takeshis. Y francamente, no lo consigo. Nada más salir de la sala me encontraba en un estado de perplejidad difícil de describir: ¿me han tomado el pelo, o he visto una obra maestra? Y en esas estoy aún, aunque este tiempo me ha permitido asentar algunas impresiones sobre este film.
De entrada, Takeshi desarrolla sin cortarse una monumental gamberrada en la que se convierte en un yakuza que hace lo que le da la gana, un tema que ya trató en El verano de Kikujiro, donde un hombre y un niño viajan por Japón en busca de un imposible, dejando tras de sí un rastro de facturas impagadas y travesuras.
Asi que tengo la impresión de que es el contraste entre la muy educada sociedad nipona, casi rígida en normas sociales, y un elemento distorsionador –maleducado en El verano, violento en Takeshis-, el eje de parte del cine de Kitano. Su creación del concurso Castillo de Takeshi –el Humor amarillo televisivo en España-, iría también en esa línea. Pero Takeshis se desliza como un sueño, o esa al menos mi impresión. No como una sucesión de sueños entrelazados, sino más bien con el desorden con el que soñamos los humanos.
Dentro de ese sueño, las reflexiones sobre el éxito social, sobre el desprecio, la violencia, el sexo y las relaciones entre jefes y empleados ponen por así decirlo la nota seria en una película que a veces hace reír con ganas. Hay algo fascinante en Kitano, capaz de mantener al espectador en la butaca durante casi dos horas sin cansarse, aunque llegando al final, reconozco haberme sentido un poco saturado. No es una película fácil, y el trabajo de los actores roza por momentos el tópico del “inescrutable rostro oriental” de Fu Manchú.
En resumen, una película llena de contradiciones: interesante y penosa, incomprensible y divertida, soñada y tan realista que conmueve. Lo dicho: una tomadura de pelo o una genialidad.
Aqui hay una entrevista con Takeshi en la que explica su visión de la película