3 de Febrero de 2011
Cállate la boca... Es por NUESTRO bien. (I)
1.- Antes de empezar a escribir la “enjundia” de este post tengo que explicar lo sucedido. Tener que explicar lo sucedido antes de pasar a analizarlo ya es en sí un problema. Voy a hablar de un escándalo que, en realidad, no es un escándalo. Que hay que explicarlo primero. Hay que decir, ¿saben que Nacho Vigalondo hizo un chiste en su twitter que se malinterpreto por una parte de sus lectores? ¿saben que algunos blogs y medios en internet se hicieron eco de lo sucedido y lo tergiversaron hasta que Vigalondo empezó a aparecer como un antisemita negacionista del holocausto? ¿Saben que Libertaddigital y El Mundo iniciaron una campaña de artículos ligando esa afirmación con la campaña publicitaria que el propio Vigalondo protagonizaba y dirigía para El País? Y por último, ¿saben que anoche Nacho Vigalondo cerró su blog de El País y que el periódico sacó un comunicado diciendo que sus declaraciones iban “en contra de la linea editorial de El Periódico? Si sabéis todo ésto que he contado aquí arriba es que sois de la pequeñísima parte de la población que sabe ésto. Si no, sois de la mayoría que tiene que asumir que algo es un escándalo porque se lo han dicho los medios de comunicación.
Bueno, ahora ya lo sabéis. Pero si queréis saberlo mejor leed por favor los links que hay en párrafo anterior.
¿Vale?
2.- Numerosos blogs han escrito sobre este tema desde hace unos días. Van unos enlaces que hablan de cosas de las que yo no voy a hablar (o no así) pero con las que estoy profundamente deacuerdo:
Humor en 140 caracteres
Humoristas
La perversión y Mas perversión
Leed eso también.
Sí, hay que leer mucho para entender algo. Pasa con casi todo, no os creáis.
VAMOS AL ASUNTO.
3.- Vivimos una fase de la evolución del capitalismo (Toma ya como empezamos) que muchos han llamado “Semiocapitalismo” o incluso “Biocapitalismo” (Aguanta, aguanta)
Entre otras muchas cosas esta forma de capitalismo se sostiene principalmente sobre la financiarización de la economía y la explotación de la vida al completo. Y una parte importante de esa financiarización sobre la idea de “confianza”.
Si en vez de leer las noticias sobre Nacho Vigalondo leéis en el País un poco más a vuestra izquierda en la columna principal, veréis a Zapatero saltando y bailando para conseguir que alguien confíe en él. La forma en la que los mercados construyen la confianza en una economía es suprimiendo derechos. Que en Egipto la lían parda para conquistar derechos, la agencia Moody´s dice que está preocupada. Que Zapatero modifica la edad de jubilación, los mercados nos dan catorce segundos de tregua y vuelven al ataque (Si leeís el País de hoy mismo veréis que Merkel viene a España decirnos “muy bien, chavales, pero no es suficiente”)
Menos derechos, más confianza. Aplicad este barómetro mágico para leer el periódico de mañana. Ya veréis que risa.
¿Y ésto que tiene que ver con lo de Vigalondo? Creo que una parte importante. Nacho Vigalondo es (era) la imagen de una campaña publicitaria que El País lanzó hace apenas una semana, por ese motivo, medios de comunicación que están enfrentados a El País atacaron a Vigalondo, al que no tengo ninguna duda que ofrecerían su espacio web si le hubiera dado por defender la libertad de expresión contra El País por los mismos motivos, en vez de defenderla “desde El País”.
Eso es algo que todos podemos entender. La derecha mediática (complejo semiótico empresarial) atiza a la competencia. Lo que cuesta entender es la reacción de El País. Cualquiera que vez la situación con un poco de sensatez diría que al menos tendrían dos opciones.
1.- Defender a Vigalondo y devolver el golpe. Algo que argumentativamente no les costaría demasiado.
2.- Pasar del tema y esperar que escampe.
Pero no han hecho ésto. Han hecho lo que el enemigo empresarial les ha pedido. ¿Por qué?
4.- Twitter es una herramienta de comunicación que nació como servicio de microbloggin a 140 caracteres por minuto y que hoy es una fuerza comunicativa completamente desbordante, no suficientemente estudiada por casi nadie y con una multiplicad de usos que aparecen jerarquicamente como “iguales”. En nuestro timeline encontramos famosos usuarios, usuarios famosos, personajes virtuales, servicios empresariales, servicios de información, amigos, contactos, conocidos, páginas de humor, etc: A la vez y organizados a partir del:
1.- Orden de llegada
2.- Las Etiquetas
3.- Nuestro cerebro.
Twitter se ordena principalmente en nuestra puta cabeza y no funciona como una cosa aislada. Es un flujo, un flujo incoherente que produce un sentido coherente, un zapping constante que permite que yo pueda escribir un comentario crítico sobre Mubarak y ACTO SEGUIDO hacer un chiste sobre Belén Esteban.
Un blog es otra cosa. Uno se sienta y escribe lo que quiere, pero lo ordena. Empieza en un sitio y quiere llegar a otro. El blog de Nacho Vigalondo en El País podría ser cualquier cosa menos caótico a desordenado. Cualquier cosa menos espontaneo. Ningún blog puede ser así.
Así que digamos que si los blogs son el sentido subjetivo ordenado, twitter es el flujo desordenado y recompuesto colectivamente.
5.- Los medios de comunicación están tan estupefactos con twitter como tú o como yo. No saben cómo hay que entenderlo. Y menos cuando se trata de personas famosas. No tienen ni idea. No son capaces de distinguir “información suelta” de “flujo informativo”. Lo de Vigalondo es información suelta. Lo de Bisbal (¿a que ésto si sabéis lo que es?) Es trending topic a nivel mundial.
Quizás no es mal criterio periodístico. Considerar noticia aquello que ha generado repercusión real y medible en la red. Es lo bueno de las etiquetas, se pueden medir.
Pero no es por ésto por lo que El País ha terminado la campaña publicitaria de Nacho Vigalondo.
6.- La confianza es un sistema que necesita de señales. Señales ordenadas. Twitter, esta es la hipótesis que empiezo a esbozar en mi cabeza, rompe la confianza. Se produce una disonancia entre nuevo medio de comunicación y viejos medios de información. Cualquiera que haya gestionado una lista de correo o un foro sabe lo que es un flame. Y sabe también que deja un rastro real mínimo. Un flame, un momento de exabrupto espontaneo, un pedo en medio de una fiesta o de un funeral. Eso es twitter para la confianza.
La reacción a esa dinámica es el PÁNICO.
El pánico por reconquistar la confianza perdida (que en realidad es ilusión de confianza perdida o producción interesada de confianza perdida) genera, como Zapatero y los sindicatos bailando al son de “los mercados” recortes. A veces son recortes de los derechos laborales, en éste caso son recortes en la multiplicidad de la voces y las formas de la palabra.
Es ASI DE GRAVE. No es un problema exclusivamente cultural (Ejpaña es así) ni un problema exclusivamente de gestión empresarial, sino de la relación entre prejuicio cultural y empresas del signo comunicativo. Secuestro de la palabra y producción de pánico.
Pánico que produce pánico.
7.- En éste momento la identidad de una parte importante de las personas del mundo es pública y está diversificada por diferentes soportes. Soportes con memoria.
Por otro lado, el capitalismo no compra tu fuerza de trabajo, sino tu forma de vida. Tu vida, tus opiniones, tu forma de vestir, tu capacidad relacional, tu sonrisa e incluso tu tristeza. Todo ello es adquirido, a veces a través de formas de explotación indirecta, a veces de forma directa. En el caso de Vigalondo de forma directa. El País le contrata por lo que representa (o cree El País que representa) y termina con su campaña por lo que sucede fuera de esa relación laboral, pero en el campo de la identidad extendida.
El resultado es que la relación de capital se apropia no solo de tu trabajo, sino que gobierna tus forma expresivas. O dicho de manera directa y demagócia: El País cree tener posesión del twitter de Vigalondo.
Tu jefe cree tener posesión de tu twitter, de tu cuenta de facebook. Cree que como tu privacidad ya no es privada, le afecta directamente a él, a su identidad. A su cuenta de resultados. Tu jefe está aterrorizado por el mercado y la economía financiera. Tu jefe tiene miedo y ahora quiere que tengas miedo tú. Que te calles para salvar tu puesto de trabajo y salvar su maltrecho índice de cuentas. Tu jefe está bailando un vals con tus deseos mientras los estruja. ¿Me explico? Es que me estaba quedando un poco soso.
Este es el panorama... y algo habrá que hacer al respecto, pero de eso hablamos mañana. En la segunda parte de este parto.
Bravo.
Listo Entertainment | 3 de Febrero de 2011 - 04:27 PMTu mismo lo decias en Twitter Guillermo.
Es curioso q lapiden a @Vigalondo por decir en broma que el Holocausto fue 1 montaje los mismos q dijeron en serio que el 11M fue un montaje.
CUANTA HIPOCRESÍA!!!!!!!!!!
Deacon Frost | 4 de Febrero de 2011 - 12:42 AM¿Pero a Vigalondo le ha echado el País o el Mundo?
¿El País nunca manipula?
¿Se pueden hacer bromas sobre cualquier tema?
¿Podemos hacer bromitas también con asuntos como el asesinto de Marta del Castillo, por poner un ejemplo?
Vigalondo ha metido la pata hasta el fondo, no queráis echarle la culpa al PP también de esto.
Pedrito, me temo que no has leído el texto ni los links. No hay una sola mención al PP en el texto. El texto no hace distingos entre partidos. La lógica del pánico financiero funciona igual a la derecha que a la izquierda.
¿Pero a Vigalondo le ha echado el País o el Mundo?
En serio, ¿has leído el texto?
¿El País nunca manipula?
En serio... El texto, está solo un poquito más arriba de tu comentario.
¿Se pueden hacer bromas sobre cualquier tema?
Yo creo que si. Es más, creo que se deben hacer bromas sobre cualquier tema.
Eso no quiere decir que vayan a gustarle a todo el mundo, pero bueno, la libertad de expresión es lo que tiene, que muchas veces escuchas cosas que no te gustan.
A mi hay bromas que según quién las diga y en qué contexto se hagan me hacen gracia o no, pero entiendo que eso algo personal que no puedo extrapolar ni exigirle cosas. Los límites son móviles, no hay ninguna regla escrita en piedra y hay veces que algo es doloroso y otras que no lo son.
¿Podemos hacer bromitas también con asuntos como el asesinto de Marta del Castillo, por poner un ejemplo?
Poder, podemos. ¿Deber? Pues depende de el contexto y la intención. El humor negro se ha sostenido siempre como exorcismo de las desgracias y para quitarnos el miedo. El humor se sostiene sobre el drama. Hay quién lo ha definido como "dolor+verdad" Así que creo que se pueden hacer chistes sobre enfermos de Alzheimer, sobre asmáticos, sobre gays, sobre hombres y mujeres, sobre la muerte, sobre el terrorismo, sobre las víctimas de un tsunami, sobre la vejez, sobre los inmigrantes o sobre la pederastia. En fin, de lo que sea.
Tampoco creo que un chiste defina a una persona o sus pensamientos. A veces los chistes nos hacen gracia por lo violento. Por ejemplo "¿Por qué se entierra a los negros con el culo al aire?" "Para que los blancos puedan aparcar sus bicicletas". Este chiste puede que haya gracia porque se trata de negros y blancos. A mi me hace gracia porque es muy bruto. En realidad puedes cambiar negros por cualquier otra pareja de grupos diferenciados en algo (o con un enfrentamiento histórico) y funciona igual.
Vigalondo ha metido la pata hasta el fondo, no queráis echarle la culpa al PP también de esto.
De nuevo, leete el texto y los links. Pero por si no te apetece te diré que:
1.- El primer chiste de Vigalondo no hablaba del holocausto. Usaba el Holocausto para hacer una broma sobre los conspiranoicos.
2.- Cuando una parte de sus followers se lo empezaron a tomar en serio hizo más bromas precisamente para demostrar que él no tenía nada de antisemita ni de negacionista.
Incluso aunque alguien no lo hubiera entendido así escribió un texto bastante largo en su blog explicándolo y pidiendo disculpas.
La misma semana, David Bisbal hizo un comentario sobre las revueltas en Egipto que generó un hilo de respuestas que llegó a ser "trendin topic mundial". Si alguno de los fenómenos sucedidos en twitter son noticia, es ese.
Nadie presionó a Bisbal, su compañía de discos no le exigió disculpas, las demás compañias de discos no le llamaron "Pro-Mubarak" ni "Amigo de los dictadores". Nadie le pidió a Santiago Segura que le quitara del videoclip promocional de Torrente 4, etc, etc, etc. E hicieron bien, porque el asunto no tiene tanta importancia y, sin embargo, es como un millón de veces más importante que el chiste de vigalondo.
Guillermo Zapata | 4 de Febrero de 2011 - 12:49 PMUna persona con cierta relevancia pública, es decir una persona que es conocida por muchísimas personas y que en cierta manera vive de ese conocimiento por parte de los demás (si no desde luego no hubiese sido elegido por El País para su spot publicitario) no debería hacer ese tipo de comentario dañino. Antes de "escribir",con alcohol en sangre o no, un chiste sobre un suceso histórico a causa del que murió y sufrió una buena parte de la humanidad debe, cuando menos, meditarlo.
Los medios de comunicación se hacen eco de lo que es noticiable, y desde luego es noticiable que un personaje de esas características haga ese comentario. Hace mucho tiempo que los comentarios del twitter son comentarios realizados en público (lo único que significa "en público" es dicho en algún lugar que se puede difundir rápidamente y llegar al público general), y, desde luego, un cineasta debería saberlo.
Me parece bien que El País haya retirado la campaña publicitaria, y que se cierre su blog en la edición digital del periódico.
No olvidemos que El País es una empresa privada y puede elegir lo que publica, quien pone blogs en su web o en qué campaña publicitaria gasta su dinero.
Ese chiste le traerá bastantes consecuencias, otra vez antes de escribir con alcohol en sangre se lo pensará.
Es mi opinión Guillermo, y de medios de comunicación sé bastante.
Estando de acuerdo con la mayor parte, quiero criticar un argumento resultón pero simplista en exceso, que muchos podrían tirar por tierra y con ello el resto del texto, que no lo merece.
"La forma en la que los mercados construyen la confianza en una economía es suprimiendo derechos."
Demasiado simplista. Ordene una lista de países por su "nivel de derechos", ordene una lista de países por su "calificación de confianza financiera", y le saldrán dos listas muy parecidas. Su argumento pasa esto por alto. La pérdida de confianza de Egipto es a corto plazo; a largo plazo, como consigan derechos, su confianza irá mucho más alto de lo que está ahora. Lo que buscan los mercados es el nivel "óptimo" de derechos. Que es algo que ya se podría discutir, pero no es lo único ni mucho menos lo principal.
Hay trampa, por supuesto, una trampa sucia y viscosa, pero es más profunda.
DavidM | 4 de Febrero de 2011 - 04:20 PMTienes razón, la realidad siempre es más compleja. En Europa, por ejemplo, los recortes de derechos no son equivalentes en todos los países y hay un proceso de dominio del norte sobre las periferia (portugal, españa, gracia, italia) un proceso de dominio de los autoctonos sobre los migrantes, un proceso de dominio de los hombres sobre las mujeres, etc, etc.
Lo que intento decir es que en el momento que se globaliza la economía (y no se globalizan los derechos), los derechos laborales se vuelven un factor competitivo que afecta a los costes. Ser más competitivo es recortar derechos. Esa es la confianza que se le exige a España. Así se explica también que China (combinando lo peor del socialismo y el capitalismo) sea la potencia mundial por excelencia.
Hola Xan.
Una persona con cierta relevancia pública, es decir una persona que es conocida por muchísimas personas y que en cierta manera vive de ese conocimiento por parte de los demás
No, Nacho Vigalondo vive, como tu y como yo, de su trabajo. Las caracteristicas de su trabajo hacen que sea público, pero eso no le convierte en alguien diferente a ti o a mi.
(si no desde luego no hubiese sido elegido por El País para su spot publicitario) no debería hacer ese tipo de comentario dañino.
¿Que tipo de comentario dañino? ¿Reírse de quién piensa que es antisemita y negacionista?
Antes de "escribir",con alcohol en sangre o no, un chiste sobre un suceso histórico a causa del que murió y sufrió una buena parte de la humanidad debe, cuando menos, meditarlo.
Ves, aquí es dónde las cosas se ponen complejas. La Inquisición mató a muchiiiiisima gente y los Monty Python tienen grandes chistes sobre la Inquisición.
El humor es una forma de catarsis tan eficiente como el drama. Evidentemente, puede haber humor que sea "negacionista" que se ría de quién cree que millones de personas fueron asesinadas por los nazis porque piensa que eso no sucedió. Lo que pasa es que no es el caso. Vigalondo hizo un chiste que se reía de los conspiranoicos y de la supuesta confianza que la gente pone en alguien solo porque tiene 50.000 seguidores y después se rió de quién no entendió su chiste y pensó que iba en serio.
Hay muchísimos fenómenos que han hecho sufrir a la humanidad y mucha gente se puede ofender por muchas cosas, pero eso no quiere decir que tengan razón o que yo deba dejar de opinar en la esfera pública por temor a quién puedo ofender. Siempre voy a poder ofender a alguien.
Los medios de comunicación se hacen eco de lo que es noticiable, y desde luego es noticiable que un personaje de esas características haga ese comentario.
No entiendo lo que quiere decir "es noticiable". ¿Cómo lo saben? ¿Cómo jerarquizan? ¿Por qué lo de Vigalondo es noticia noticiable y el hilo que generó David Bisbal con sus comentarios sobre Egipto no? Lo de Bisbal fue trenting topic mundial esa misma semana.
Hace mucho tiempo que los comentarios del twitter son comentarios realizados en público (lo único que significa "en público" es dicho en algún lugar que se puede difundir rápidamente y llegar al público general), y, desde luego, un cineasta debería saberlo.
Estoy seguro de que lo sabía. Lo que probablemente no sabía, como no sabemos tú o yo o los medios de comunicación es que aún no hemos desarrollado las herramientas para comprender un espacio de comunicación que funciona a partir del flujo, la intensidad y la espontaneidad. Eso no es una responsabilidad exclusiva de Vigalondo, sino del conjunto de la sociedad. A mi me preocupa que la respuesta a esa intensidad, ese flujo y esa espontaneidad sea "No hables".
Me preocupa también que, teniendo fuentes primarias (El propio tweet, las declaraciones de Vigalondo y sus posts) los periodistas prefieran usar fuentes mediadas como otros blogs, etc. Cuando no mentir directamente
Y me preocupa que un medio de comunicación tome decisiones precipitadas con respecto a su imagen pública y compre en discurso de su competencia, que es por definición un discurso de parte.
Me parece bien que El País haya retirado la campaña publicitaria, y que se cierre su blog en la edición digital del periódico.
¿Realmente crees que ese tweet puede afectar en forma alguna a la identidad corporativa de El País? ¿No crees que está mas cuestionada ahora? ¿Por qué el País defiende que Ricky Gervais haga chistes similares o incluso más duros que los de Nacho Vigalondo y luego se preocupa por lo que un señor dice en su twitter? ¿Debe ser así para todo el mundo? ¿Crees que tu jefe te puede despedir por lo que pones en tu muro del facebook? ¿Por una foto sacada de contexto?
No olvidemos que El País es una empresa privada y puede elegir lo que publica, quien pone blogs en su web o en qué campaña publicitaria gasta su dinero.
Nadie dice que no pueda. Se cuestiona lo que significa que lo haga. El País no es solo una empresa privada, también es una empresa con una función social que defiende la libertad de información y la libertad de expresión.
Es mi opinión Guillermo, y de medios de comunicación sé bastante.
No entiendo como se relaciona lo que sabes sobre medios con esta discusión o este debate. No has aportado ningún dato a la discusión en términos de conocimientos de los medios que afecte a tus conclusiones.
Es como si yo digo "Y sé mucho de televisión". Vale, ¿y?
Guillermo Zapata | 4 de Febrero de 2011 - 05:12 PMEl primer tweet de Nacho era irónico pero es que después se puso a hacer chistes sobre el Holocausto a pesar de que hubo personas que le pidieron que parase. Quejarse luego porque haya gente que se indigne es infantil y nada propio de alguien tan inteligente y talentoso como Vigalondo.
Imagínate que un articulista de cualquier periódico se pusiera a hacer bromas sobre la violencia contra los inmigrantes, sobre los represaliados del franquismo, sobre los muertos de Palestina, las mujeres maltratadas, los periodistas muertos en Irak por fuego "amigo"... no puedes hacer eso y no esperar consecuencias. Ni en Twitter ni en un mercado de pescado a viva voz. U obligar a los demás a que les parezca bien.
Mi opinión es que en este tema opera una idea propugnada sobre todo por la izquierda : cuando alguien (individuo, sociedad, periódico...) se niega a financiar a otro alguien cuyas ideas son totalmente distintas a sus políticas, es un acto de barbarie censuradora.
Es "censura" que un empresario se niegue a "publicitar" la opiniones de otra persona por divergencias ideológicas o de como debe ser el "humor". Es un atentado a la libertad de expresión negarse a "amplificar" sus ocurrencias en uno de los diarios con más tirada del país porque dicho empresario las considere denigrantes y poco respetuosas.
Ya me dirás tú por favor, que falta de libertad de expresión tiene Vigalondo cuando puede seguir haciendo chistes por Twitter los que quiera, abrirse un blog en Wordpress o que incluso otro periódico lo contrate, sobre todo ahora que está considerado una especie de pobre víctima inocente de los malvados capitalistas. Y que podría decirse incluso que su influencia ha aumentado.
Da la impresión que el natural orden de cosas es este: alguien teniendo una licencia infinita para decir lo que quiera, cuando quiera y como quiera mientras otro grupo se tiene que limitar a ceder sus páginas, sus bitacóras, sus patrocinios y a callarse la puta boca . Unos pueden indignarse y expresarse (vosotros) pero a los otros, que son los que pagan las herramientas materiales para la expresión de esas ideas, no se le está permitido hacerlo.
Algo muy en la linea del título de este artículo.
Mi opinión es que en este tema opera una idea propugnada sobre todo por la izquierda : cuando alguien (individuo, sociedad, periódico...) se niega a financiar a otro alguien cuyas ideas son totalmente distintas a sus políticas, es un acto de barbarie censuradora.
¿Ideas son totalmente distintas a sus políticas? ¿El País y Nacho Vigalondo? En serio, ¿cuales?
A mi me sigue preocupando que mi jefe pueda despedirme por lo que opino en twitter, más si es un chiste.
En cualquiera de los otros casos que comentas, chistes sobre mujeres maltratadas, etc. La clave es, como todo, el contexto, no el chiste. Es el contexto lo que permite entender lo que estaba haciendo Vigalondo, incluso aunque se entienda como un error. No es un error que lleve a llamarle Antisemita, no es un error para escribir páginas contra "sus opiniones" (Como si ese tweet expresara un cuerpo de pensamiento solido y no un exabrupto) y desde luego no es para ser despedido.
A mi me preocupa la presión sobre lo que se dice y la autocensura que puede generar. A estas alturas tengo muy claro que el que quiera decir algo en la red, va a poder hacerlo. Para mi no es un problema de infraestructura, sino de control social. No es tener opciones de decir cosas, sino sentirse libre para decirlas.
El problema es que un empresario no se limite a controlar lo que escribo cuando trabajo para el, sino lo que hago o pienso cuando no.
Pero vamos, que es tan sencillo como que lo que lleva a El País a defender el humor de Ricky Gervais en una gala, le lleve también a defender el de Nacho Vigalondo en Twitter o a considerar que no es su problema lo que la gente que trabaja para uno hace en su tiempo libre.
Guillermo Zapata | 10 de Febrero de 2011 - 06:51 PM"A mi me sigue preocupando que mi jefe pueda despedirme por lo que opino en twitter, más si es un chiste"
No estamos hablando de despidos improcedentes porque entonces sería menester de un juez determinarlo. Hablamos de esa idea paupérrima que transmites, que viene a decir que la capacidad de proporcionar las herramientas materiales para la expresión de las ideas priva a un hombre del derecho a tenerlas o a expresarlas.
"En cualquiera de los otros casos que comentas, chistes sobre mujeres maltratadas, etc. La clave es, como todo, el contexto, no el chiste. Es el contexto lo que permite entender lo que estaba haciendo Vigalondo, incluso aunque se entienda como un error. No es un error que lleve a llamarle Antisemita, no es un error para escribir páginas contra "sus opiniones" (Como si ese tweet expresara un cuerpo de pensamiento solido y no un exabrupto) y desde luego no es para ser despedido."
Insisto en que la gente se enfadó no por su primer tweet , sino porque Vigalondo siguió haciendo chistes sin parar (a mi no me molestaron por cierto). Es curioso que los que gritan censura son los mismos que vienen a decirnos cómo y dónde tenemos que indignarnos.
"A mi me preocupa la presión sobre lo que se dice y la autocensura que puede generar. A estas alturas tengo muy claro que el que quiera decir algo en la red, va a poder hacerlo. Para mi no es un problema de infraestructura, sino de control social. No es tener opciones de decir cosas, sino sentirse libre para decirlas."
Primero dices que hay una censura y libertad de expresión terrible y luego reconoces que cualquiera puede decir algo en la red.
Primero dices que te preocupa ese "control social" y "autocensura" y luego afirmas que ese mismo "control social" ha protegido a Vigalondo, consiguiendo cuestionar la imagen de El País hasta tal pundo de hacer quedar como un héroe al director de Los cronocrímenes.
"El problema es que un empresario no se limite a controlar lo que escribo cuando trabajo para el, sino lo que hago o pienso cuando no."
Siento que sea yo quien te lo diga pero al empresario le suda la polla lo que escribas en el Twitter y tu ideología. Quizá su becario mire al principio en tu Facebook o blog para ver si eres trabajador o un fiestero, pero lamento comunicarte que no eres tan importante. Vigalondo, el Rey,George Lucas o cualquiera persona pública si lo son y cualquier cosa que digan o hagan son más notorias para todo el mundo que tus opiniones o las mías y por tanto, más proclives a ser espiadas.
"Pero vamos, que es tan sencillo como que lo que lleva a El País a defender el humor de Ricky Gervais en una gala, le lleve también a defender el de Nacho Vigalondo en Twitter"
Esa actitud convierte a El País en hipócrita pero no cambia nada de lo que digo ni tampoco creo que sea asunto nuestro la errática política que hagan ellos o el ABC.
"O a considerar que no es su problema lo que la gente que trabaja para uno hace en su tiempo libre."
Otra idea de la chupiprogre izquierda es esa fragmentación del individuo. Pues no. Las personas conforman un todo y así deben ser juzgadas. No se puede ser A en tales horas y B en otras. Como mejor le convenga a cada cual y su beneficio.
Ir a clubes de Striptease en tu tiempo libre o a fiestas de Miss camiseta mojada es perfectamente legítimo pero luego no vengas a protagonizar campañas contra el sexismo.
Se consciente y consecuente con la imagen pública que das o no te quejes que los patrocinadores dejen de patrocinarte. Si eres un defensor de la familia tradicional y luego se descubre que en privado tienes relaciones homosexuales, no te justifiques diciendo que has estado usando alternativamente una de las dos esferas, publica y privada, que te pertenecen por derecho como ciudadano y que no tienen que ver una con la otra. Di que eres un hipócrita directamente, ni más ni menos.
Para acabar insisto en mi admiración por el trabajo de Nacho y que me encanta el humor negrísimo y de trazo gordo.
No estamos hablando de despidos improcedentes porque entonces sería menester de un juez determinarlo. Hablamos de esa idea paupérrima que transmites, que viene a decir que la capacidad de proporcionar las herramientas materiales para la expresión de las ideas priva a un hombre del derecho a tenerlas o a expresarlas.
Esa es la idea que a ti te queda de lo que yo transmito, correcto. Pero no es lo que quiero decir.
Lo que quiero decir en todo caso es que la posibilidad técnica de decir algo no se transmite directamente en que ese algo se diga. Y que exiten jerarquías de la palabra y el control de la misma que no dependen de la técnica expresiva, sino del control social.
Insisto en que la gente se enfadó no por su primer tweet , sino porque Vigalondo siguió haciendo chistes sin parar (a mi no me molestaron por cierto). Es curioso que los que gritan censura son los mismos que vienen a decirnos cómo y dónde tenemos que indignarnos.
Vigalondo hacia esos chistes porque tenía su cuenta petada de comentarios llamándole antisemita por su primer chiste, o sea, gente que no entendió lo que quería decir. Esos chistes eran respuestas irónicas a una acusación ridícula provocada por gente que no había entendido su tweet.
Pero todo ello no tendría más importancia si no fuera por la construcción posterior del asunto desde los medios de comunicación. Ayer Jordi González tuvo una respuesta similar en twitter y no le importó más que a Twitter, razonable y comprensible. Y sin embargo, las palabras de Vigalondo llevan a El País a una reacción de puro pánico.
Por otro lado, esa reflexión de "los que gritan censura nos dicen como indignarnos" no está en nada de lo que yo he escrito. Ya le he dicho antes que yo no defiendo que la libertad de expresión esté libre de consecuencias, defiendo que en este caso concreto las consecuencias son arbitrarias y fruto de un pánico derivado de la financiarización económica.
Primero dices que hay una censura y libertad de expresión terrible y luego reconoces que cualquiera puede decir algo en la red.
Primero dices que te preocupa ese "control social" y "autocensura" y luego afirmas que ese mismo "control social" ha protegido a Vigalondo, consiguiendo cuestionar la imagen de El País hasta tal pundo de hacer quedar como un héroe al director de Los cronocrímenes.
Si, digo todo el rato que hay dinámicas de control y dinámicas de resistencia. Pasa siempre. Ni las de control ni de las resistencia vienen determinadas por la infraestructura, sino del uso que se le da a esa infraestructura.
He revisado mi texto original y no se dice la palabra "censura" ni una sola vez. Cuando hablo de "secuestro de la palabra" no hablo de censura, sino de un proceso de control social, que no se ejerce de forma "disciplinaria", sino generando miedo.
Siento que sea yo quien te lo diga pero al empresario le suda la polla lo que escribas en el Twitter y tu ideología. Quizá su becario mire al principio en tu Facebook o blog para ver si eres trabajador o un fiestero, pero lamento comunicarte que no eres tan importante. Vigalondo, el Rey,George Lucas o cualquiera persona pública si lo son y cualquier cosa que digan o hagan son más notorias para todo el mundo que tus opiniones o las mías y por tanto, más proclives a ser espiadas.
Evidentemente, no me refiero a MI importancia en el mundo, sino a la de una persona cualquiera y no al mundo en general sino su micromundo relacional. Sé también (No me he vuelto loco) que hay personas famosas y personas anónimas, pero las dinámicas de control son las mismas.
En el ámbito profesional en el que trabajo muchos compañeros han tenido pequeños problemas profesionales derivados de sus opiniones escritas sobre otras cuestiones, más cuando han hecho valoraciones críticas de su trabajo, mas cuando han usado el humor.
Hace unos años estuve documentándome para una serie sobre detectives, descubrimos que una parte importante del volumen de negocio de las mismas era la investigación de potenciales empleados a través de su cuenta en facebook y sus opiniones en twitter. No estoy diciendo que eso "no deba pasar" pero si señalar las consecuencias directas e indirectas de estas dinámicas.
Otra idea de la chupiprogre izquierda es esa fragmentación del individuo. Pues no. Las personas conforman un todo y así deben ser juzgadas. No se puede ser A en tales horas y B en otras. Como mejor le convenga a cada cual y su beneficio.
Precisamente la cosa no es si puedes o no, como si fuera una elección totalmente consciente: Es que eres A un rato y luego eres un poco B y quizás más tarde C y luego vuelta a ser A. Son facetas multiples de una personalidad y en la red esas facetas si pueden estar disgregadas en distintos soportes dónde ofreces caras distintas.
Estoy casi seguro de que no te llamas "El Osito Teddy" fuera de aquí y que ese nick lo usas precisamente como mecanismo de protección y libertad (Y haces bien) que te permite gobernar según tus deseos lo que otros saben de ti.
Lo que a mi me inquieta es que un ámbito parcial de tu existencia, tu empleo, determine (o lo pretenda) todas las demás facetas de tu existencia. Entiendo que esa dinámica se da en el momento en el que el empleo se inmaterializa y lo que uno es, sus deseos, sus capacidades comunicativas, etc. Se vuelve el objeto que se explota y por tanto se trata de gobernan y tener control de todo ello, pero precisamente por eso, creo que hay que intentar resistir esa dinámica.
Se consciente y consecuente con la imagen pública que das o no te quejes que los patrocinadores dejen de patrocinarte. Si eres un defensor de la familia tradicional y luego se descubre que en privado tienes relaciones homosexuales, no te justifiques diciendo que has estado usando alternativamente una de las dos esferas, publica y privada, que te pertenecen por derecho como ciudadano y que no tienen que ver una con la otra.
Estoy deacuerdo, pero insisto que aquí el problema no son los actos de uno y su relación con la imagen pública, sino la construcción que otros hacen de esos actos y como eso modifica tu imagen pública.
Di que eres un hipócrita directamente, ni más ni menos.
Debe ser lo que la falta a Vigalondo, pedir perdón ADEMÁS por hipócrita.
Por el amor de dios. Madre mía.
¿De qué hablas? ¿En serio te crees lo que estás diciendo?
No vengas a hablar de falta de libertad de expresión que sabes que es mentira. O de ese concepto espanta-viejas de "control-social". ¿Por qué dices que lo que hace UN empresario de El País es "control social"? ¿Ese empresario ha tenido el control del "control-social"? Lo dudo porque todo el mundo se ha puesto a favor de Vigalondo menos determinados medios generalistas en sus guerras particulares.
No niego que exista una corriente actual de político-correctismo pero sigo insistiendo en la idea de todo este asunto: la "capacidad" de proporcionar las herramientas materiales para la expresión de ideas "priva" a un hombre del "derecho" a tenerlas.
¿Sabes como lo traduces tú? Función social. El País está haciendo una función social. Vigalondo tiene derecho a expresar sus chistes y su humor pero El País no tiene derecho a que le parezca mal y decidir que sea otro quien le financie, si quiere. Su función social es callarse la boca. Su función social es publicar cualquier cosa que les perjudique o denigre. Editar cualquier tipo de humor por ofensivo que resulte porque el humor no debería tener limitaciones en su dinámica del condensador de Fluzo del Twitter o no sé que pollada has dicho.
No pueden oponerse a ello bajo ningún concepto aunque les haga perder lectores porque han contraído una función para la sociedad.
Y si niegan a hacerlo es que están controlando a sus trabajadores y su vida como en 1984. Anda ya.
Se puede criticar hasta el hartazgo si han obrado bien buscando que los chistes no dañasen su imagen corporativa, o si es hipócrita por ser tan distintos con el tema Gervais, pero no cuestionar su derecho a tener ideas o a seguir una política. Los mismos que claman contra la censura castigan a El Pais por lo que hace con su dinero porque... están faltando a su "función social".
"Debe ser lo que la falta a Vigalondo, pedir perdón ADEMÁS por hipócrita."
No me has entendido y retiro el ejemplo. NO digo que Vigalondo sea hipócrita.
Y me llamo en realidad Teddy y soy osito. No seas tan intolerante.
El osito Teddy | 11 de Febrero de 2011 - 07:12 PMEn el fondo no he dado mi opinión personal sobre este asunto y se resume en que no ha habido actitudes consecuentes y coherentes.
El País debió tal vez haber protegido más a su pupilo y no preparar el terreno para un perfecto y previsible efecto Streisand como así ha ocurrido, así que, que aprendan duramente. Si los otros periódicos no se hicieran eco de esto, nada hubiera ocurrido lo que significa los endebles e influenciables principios de este medio.
Es humillante y ridículo a poco que se conozca al bueno de Vigalondo (condición indispensable para opinar) verlo intentando convencer que no es negacionista. O sigues haciendo coñas sin parar hasta aburrirte amparándote en el derecho de libertad de expresión, a decir lo que sea sin que te llamen X por ello y a quien no le guste que no te siga que no lo obligas, o dejas de hacerlas, y asumes que te has pasado y que has podido haber ofendido a alguien. Por cierto que en el primer caso ya sería más comprensible que una empresa decidiera prescindir de los servicios como imagen pública de alguien, en vez de mezclarlo todo con "acoso laboral" como se hace.
A mí eso de "oh, el chiste de a todo gas era en realidad un crítica velada e inteligente contra los negacionistas" que quieres que te diga, me parece que es tomar la gente por tonta.
Después, hay una gran ironía en este extracto tuyo, respondiendo al usuario "Pedrito".
"Nadie presionó a Bisbal, su compañía de discos no le exigió disculpas, las demás compañias de discos no le llamaron "Pro-Mubarak" ni "Amigo de los dictadores". Nadie le pidió a Santiago Segura que le quitara del videoclip promocional de Torrente 4, etc, etc, etc. E hicieron bien, porque el asunto no tiene tanta importancia y, sin embargo, es como un millón de veces más importante que el chiste de vigalondo."
¿Y cual es? Pues que Bisbal borró el famoso Tweet. ¿No es eso un claro y flagrante ejemplo de auto-censura y linchamiento virtual? ¿De control social? ¿Donde están aquellos que clamaban contra la gente que se unía a la turba linchadora de forma inconsciente? ¿Has denunciado tú esta situación de ridiculizar a un individuo hasta hacer sangre por un tweet y que su carrera e imagen se viera perjudicada? ¿Por qué es malo una cosa y la otra no? ¿No te "preocupaba" la autocensura? No solo no te parece mal, es que lo contrapones como ejemplo positivo.
Hasta es muy posible que Vigalondo se haya reído del tema Bisbal en Twitter, como tantos otros.
Y otra cosa. Pilla una revista o un escrito sobre empresas de no hace 40 años y te darás cuenta por poco que mires que las mejores compañías actualmente son las que más desarrollan sus recursos humanos. Las que más triunfan, las que más ganan ahora son las que más felices e implicados tienen a sus trabajadores y no las que esclavizan mejor.
El osito Teddy | 14 de Febrero de 2011 - 06:29 PMAhí nomás p’ que vean como van los reaccionarios:
En el fraccionamiento Lomas Verdes, sección VI, “La Cúspide”, municipio de Naucalpán de Juárez, Estado de México, existen calles con nombres como: José Manuel Hidalgo Esnaurrízar, Gral. José Mariano Salas, Arzbpo. Antonio Pelagio Labastida, Gral. Manuel Robles Pezuela, Gral. Agustín de Iturbide y de otros conservadores mexicanos del siglo XIX.
Es incorrecto que traidores como los 4 primeros citados, den nombre a calles en el país, ya que en oposición a la constitución de 1857 y desconociendo al gobierno electo del Lic. Benito Juárez, gestionaron con auxilio de tropas extranjeras la fundación de un protectorado francés en México (Robles Pezuela murió convicto de traición y Labastida fue absuelto por la “Realpolitik”); aunque no es reprobable que hayan militado en las filas de la derecha nacional, pues la pertenencia a una corriente de opinión es respetable.. Aclaro que Iturbide no fue traidor.
Lo reprobable es que hayan traicionado a su patria.
La traición José Manuel Hidalgo Esnaurrízar fue inmensa, pues aprovechando su amistad con la emperatriz de Francia; Eugenia de Montijo, dedicó 4 años de su vida a convencer a Napoleón III para que invadiera México e impusiera al “emperador” Maximiliano de Austria. (Lo logró, como se sabe).
Siendo México una república laica resulta incongruente que el gobierno rinda homenaje a tales traidores que precisamente lucharon por derogar los principios esenciales de nuestra nación.
Hace algunos años se cambió el nombre a la ciudad de Puebla de Zaragoza, para que regresara a ser “de los ángeles” que la trazaron, según se dice; y hace pocos días el obispo de Mexicali explicó a los mexicanos como el papa influyó en la decisión de 4 ministros de la H. Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Desconcertado me pregunto y pregunto a quien deba responder:
1º ¿Lo relatado es indicio de un proceso de negación histórica de la esencia nacional? O únicamente se trata de eventos anecdóticos inocuos.
2º ¿Los partidos de la izquierda mexicana operan una tendencia ideológica influyente que pudiese evitar actos gubernamentales vergonzosos como los que he narrado o son meros centros de empleomanía y reparto de subsidios?
Atte. Sr. Julio Alfredo Blackaller Rodríguez.
JulioAlfredo Blackaller | 27 de Octubre de 2011 - 09:44 PM